viernes, 25 de octubre de 2013

Sentimientos en viernes

Cieg@s
- Estaba agobiado y he estado paseando con Marina. He jugado a pares y nones y he llorado un poco. (Khalil)
- Sabía que me iban a cuidar muy bien. No sólo mi lazarillo Rodrigo que en todo momento ha estado a mi lado, sino la mayoría de ellos. Me ha costado distinguir más de una voz. Los olores se han intensificado, al igual que la importancia de tocar algún tejido o cabeza que por allí pululaba y no sentirme sola. Cosas que hago normalmente, sin darle importancia, como tirar unas cáscaras de mandarina al contenedor, hoy sí la tenían porque he necesitado ayuda para que me llevaran hasta el (estaba totalmente desorientada) ayuda para que me abrieran la tapa, ayuda para volver a sentarme, y he sentido el hedor en mis manos que salía del cubo y que hasta ahora no había apreciado. Al igual que los cambios bruscos de temperatura al pasar de unas zonas a otras donde había sol o sombra.
Khalil, el otro ciego del recreo, lo ha pasado mal y parece que juntos nos sentíamos mejor. Yo quería aliviarlo, porque en cierto modo también me aliviaba a mí, que sentía lo mismo que el, aunque tuviera que hacerme la fuerte. Después de llorar y almorzar, hemos ido a dar un paseo, a lavarnos las manos y hemos jugado a pares o nones y piedra, papel o tijera. Todo con ayuda de nuestros lazarillos y buenos colegas. Estos días no entendía muy bien por qué ellos (ciegos y lazarillos) jugaban todo el recreo a lo mismo, y es que hoy me he dado cuenta de que cuando sacas la mano y la rozas con la del compañero todo cobra la justa importancia. No importa si ganas o pierdes, importa que delante de ti hay una persona que te hace olvidar el problema porque lo alivia para convertirlo en juego. Imagino que esa es la alegría a la que ellos en sus sentimientos hacían alusión días atrás, alegría que hasta hoy yo no entendía.
Ahora mismo, estoy sentada codo a codo con ellos en la zona donde escribimos los sentimientos y Rodrigo no para de mirarme con satisfacción porque sabe que lo ha hecho muy bien. Me ha preguntado varias veces: ¡¿sí que tienes sentimientos Marina?! (La sonrisa le llega de oreja a oreja) Sin duda está que no cabe en sí y no deja de cuidarme aunque ya no tenga venda: "no habléis todos a la vez, que Marina tiene que hablar fuerte y luego le duele la garganta."
Muchas veces olvidamos lo básico, yo también. Los voceamos, los apartamos, los adiestramos, los reprimimos... y luego nos quejamos de lo malos que son.
Dejémoslos, porque tienen mucho cariño que repartir y, casi siempre, infinítamente más que nosotros.
(Marina)

Lazarill@s
- Estaba nervioso porque no sabía si iba a cuidarla bien. Estábamos jugando a piedra, papel o tijera y nos  divertíamos. He cuidado muy bien a Marina y me he sentido muy bien cuando estaban todos mis compañeros jugando. (Rodrigo)
- He estado paseando con Khalil. Tenía tristeza porque el ha llorado en el baño. Alegría porque he jugado con el. (Ayman)










2 comentarios:

  1. ¡Extraordinario, Marina, no había leído nada igual por la red, felicitaciones por la sensibilidad!
    Un abrazo.
    Conchita

    ResponderEliminar
  2. Gracias Conchita. Creo que lo que necesitan es más corazón y menos fichas. Dejar las clases magistrales mira que cuesta.

    ResponderEliminar